martes, 14 de julio de 2009

Proceso de escritura - 14/07/09


Información recolectada - Revolución de los Claveles

Admito que me divertí bastante en este proceso de interiorización en el tema. Si bien tenía nociones básicas respecto a los hechos ocurridos el 25 de abril de 1974 (cuando se produjo la Revolución en Portugal), éstos no representaban un respaldo suficiente para poder realizar una crónica. Debía buscar muchos datos que me permitiesen imaginarme a mí mismo en aquella época, es decir, realizar un trabajo de regresión de unos 30 años hacia un lugar en el que ni siquiera conozco hoy en día.
Aquí paso a contarles, con ayuda de Internet (Wikipedia, claro), de que se trató la “Revolución de los Claveles”, una de las más particulares que se dieron en Europa.

La “Revolución de los Claveles” (en portugués: “Revolução dos Cravos” o, mucho más frecuentemente, “O 25 de Abril”) es el nombre dado al levantamiento militar del 25 de abril de 1974 que provocó la caída en Portugal de la dictadura salazarista que dominaba el país desde 1926, la más longeva de Europa. El fin de este régimen, conocido como Estado Novo, permitió que las últimas colonias portuguesas lograran su independencia tras una larga guerra colonial contra la metrópoli y que Portugal mismo se convirtiera en un estado de derecho liberal.



Contexto

A inicios de la década de 1970, el régimen autoritario del Estado Novo seguía pesando como una losa sobre Portugal. Su fundador, António de Oliveira Salazar, fue destituido en 1968 por incapacidad y falleció en 1970. Vino a sustituirle Marcelo Caetano en la dirección del régimen. Cualquier intento de reforma política fue abortado debido a la propia inercia del régimen y al poder de su policía política, la Polícia Internacional e de Defesa do Estado (PIDE), en paralelo con la decadencia de la dictadura franquista en España.
A finales de la década de 1960 el régimen se aislaba, envejecido y anquilosado, en un mundo occidental en plena efervescencia social e intelectual. Mientras tanto, sus colonias Mozambique y Angola, arrastradas por los movimientos de descolonización, habían estallado en revueltas desde principios de la década y obligaban a Portugal a mantener por la fuerza de las armas el imperio portugués que estaba instalado en el imaginario de los ideólogos del régimen. Para ello, el país se vio abocado a invertir grandes esfuerzos en una guerra colonial de pacificación, actitud que contrastaba con el resto de potencias coloniales que trataban de asegurarse la salida del continente africano de la forma más conveniente.
La guerra colonial había generado conflictos entre la sociedad civil y militar. Todo esto mientras el modelo económico propugnado por el régimen hacía que el país permaneciera pobre y generara una fuerte emigración.

La revolución
En febrero de 1974, Caetano es obligado por la vieja guardia del régimen a destituir al general António de Spínola y a sus apoyos cuando trataba de modificar el curso de la política colonial portuguesa, que había llegado a ser demasiado costosa para el país. En ese momento, una vez que se hacen visibles las divisiones existentes en el seno de la élite del régimen, un misterioso Movimento das Forças Armadas (MFA) elige llevar adelante una revolución. El movimiento nace secretamente en 1973 de la conspiración de algunos oficiales del ejército, primero preocupados por cuestiones profesionales, pero que se politizan por el empantanamiento de la guerra colonial.

El 25 de abril de 1974, a las 0.25, la Rádio Renascença transmite Grândola, Vila Morena, una canción revolucionaria de José Afonso. Es la señal pactada por el MFA para ocupar los puntos estratégicos del país. Seis horas más tarde el régimen dictatorial se derrumba.
A pesar de los continuos llamamientos radiofónicos de los Capitanes de abril (del MFA) a la población para que permaneciera en sus hogares, miles de portugueses ganaron las calles mezclándose con los militares sublevados. Uno de los hitos de aquellas concentraciones fue la marcha de las flores en Lisboa, caracterizada por una multitud pertrechada de claveles, la flor de temporada. Ese es el origen del nombre dado a esta revolución incruenta que, no obstante, arrojó un saldo de 4 muertos ocasionados por los disparos de la policía política contra manifestantes civiles. Caetano se refugió en el cuartel del Carmo, en Lisboa, que fue cercado por el MFA, lo cual lo obligó a aceptar entregar el poder al general Spinola, para evitar que el poder caiga en la calle. Caetano partió inmediatamente al exilio en Brasil.
Las acciones militares fueron protagonizadas por el capitán Salgueiro Maia que, al frente de las fuerzas de la Escola Prática de Cavalaria ocupó Terreiro do Paço a primeras horas de la mañana del día 25. Posteriormente el capitán Maia llevó a cabo el cerco del cuartel del Carmo donde, con la renuncia de Caetano, se puso fin al régimen salazarista.
Las acciones del levantamiento fueron coordinadas por un puesto de mando establecido por Otelo Saraiva de Carvalho en el cuartel de la Pontinha.

Consecuencias

Posteriormente al día 25 fueron liberados los presos políticos de la prisión de Caxias. Se produjo también el retorno desde el exilio de los líderes políticos de la oposición. Al año se convocaron unas elecciones constituyentes y se estableció una democracia parlamentaria de corte occidental. Se dio fin a la guerra colonial y se garantizó la independencia de las colonias africanas antes de finalizar el año 1975. También se realizaron nacionalizaciones de grandes empresas.
Duró dos años el periodo turbulento que siguió a la revolución de los claveles, caracterizado por luchas entre la izquierda y la derecha. Ese período pasó la historia como el Proceso Revolucionario en Curso, o PREC, una designación ambigua usada por los gobernantes que da cuenta de la falta de definición del rumbo de los acontecimientos. Se sucedieron cinco gobiernos provisionales, cada vez más radicales. Hubo varios intentos de golpe militar para paralizar el proceso: el 28 de septiembre de 1974 y el 11 de marzo de 1975, episodios derrotados tras los cuales se aceleró la radicalización política del régimen. Fue nacionalizada toda la banca, y la mayor parte de la gran industria. En marzo de 1975 el Movimiento de las Fuerzas Armadas anunció que se había iniciado la transición al socialismo. Sin embargo, las elecciones constituyentes de abril de 1975 dieron la victoria a fuerzas socialistas moderadas, que lucharon por quitar el control del poder a los militares revolucionarios y otorgárselo a la legitimidad electoral. En el otoño de 1975 el país estuvo cerca en una guerra civil, pero un golpe de estado el 25 de noviembre estabilizó la situación. Desarmó a los militares revolucionarios y a los cuarteles más indisciplinados, otorgando el poder a los partidos políticos más votados. En esa situación más tranquila se aprobó la constitución de 1976 y se inició la consolidación de la democracia.
El día 25 de abril es festividad nacional en Portugal y suele acoger conmemoraciones y celebraciones cívicas. Desde algunos sectores sociales se suele lamentar el abandono del inicial carácter izquierdista de la revolución.


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